El trabajo colaborativo permite a tus alumnos
interactuar y ejercitar la lógica, la comunicación oral, la capacidad de
dialogar, la toma de decisiones, la cooperación y la construcción del propio
aprendizaje, entre otras muchas destrezas, habilidades y valores que no solo
les serán útiles en el aula sino a lo largo de toda su vida. Pese a las
ventajas de este enfoque didáctico no siempre es sencillo aplicarlo en clase y
lo primero que debes tener en cuenta son las claves básicas para organizar los
equipos de trabajo de forma eficaz. Te damos cinco consejos para que te animes
a trabajar con grupos en clase y consigas unos buenos resultados.
CINCO CLAVES PARA ORGANIZAR EL AULA EN GRUPOS
1. Selecciona cuatro o cinco alumnos por grupo. Lo
ideal para lograr un trabajo fluido y evitar problemas de organización es crear
grupos que no sean demasiado grandes. Y, para aprovechar todas las ventajas del
trabajo colaborativo, tampoco pueden ser demasiado pequeños ya que se perdería
la diversidad de roles y la interacción. Aunque la cifra ideal puede variar
según el tipo de trabajo o la edad de los alumnos, suele considerarse adecuado
un número de cuatro o cinco estudiantes por grupo. Si por cualquier motivo
tienes que trabajar con grupos más grandes, establece dentro de cada uno
equipos de trabajo menores para que resulten más funcionales.
2. Crea grupos equilibrados. Cuando vayas a elegir
los grupos, ten en cuenta las afinidades de los estudiantes, pero recuerda que
lo ideal es que cada grupo funcione como una muestra a escala reducida del
aula. Para ello, distribuye a los alumnos en equipos de trabajo que incorporen
diversas visiones, niveles y formas de trabajar. Dedica un tiempo a analizar la
clase y mezcla alumnos capaces de ayudar al resto, estudiantes con dificultades
y alumnos que se mantienen en la media del aula. De este modo unos aprenderán
de otros y estarás aprovechando este potencial para que aprendan a aprender y
contribuyan al resultado final con sus fortalezas. Si durante el desarrollo del
trabajo detectas algún problema de coordinación y lo consideras necesario,
puedes cambiar la distribución de los grupos. Con la práctica establecerás unos
equipos compensados que podrás utilizar siempre que trabajes de forma
cooperativa.
3. Adapta el espacio de trabajo. La distribución
en el aula es importante para que el trabajo colaborativo se desarrolle de
forma adecuada y facilite la comunicación entre los miembros del grupo.
Establece una organización cómoda para todos los alumnos y reparte el material
y los instrumentos de trabajo de forma equitativa. Además, este espacio no
tiene que limitarse a la interacción física, sino que puede ser también
virtual. Gracias a las TIC y a través de herramientas como aulaPlaneta y
Microsoft Office365 podéis acceder a un entorno colaborativo en la nube donde
intercambiar opiniones y compartir documentos.
4. Establece unas normas de comunicación.
Especialmente en las primeras experiencias de este tipo, si tus alumnos no
están acostumbrados al trabajo colaborativo, deja claras unas reglas de
funcionamiento antes de comenzar. Recuérdales que deben escuchar las opiniones
y respetar los turnos de palabra de todos los integrantes del grupo, evitar las
discusiones y colaborar. También es importante que les expliques que, aunque
van a realizar juntos el trabajo, lo primero que deberán hacer es listar las
tareas y distribuirlas entre los miembros, lo que contribuirá a que todos
aporten por igual y funcionen de forma mucho más ordenada.
5. Actúa como conductor y observador. Tu papel en
el trabajo por grupos también es importante. En primer lugar, deja muy claros
los objetivos y el desarrollo del trabajo que se va a llevar a cabo y, cuando
los alumnos comiencen a trabajar, mantente accesible por si surgen dudas.
Aunque debes respetar el funcionamiento y la organización de cada equipo, es
importante que observes el desarrollo de las tareas, intervengas si surge algún
problema y redirijas el trabajo si detectas errores de base. De este modo
estarás al tanto no solo del resultado sino también de cómo se ha desarrollado
el proceso, el grado de socialización, la forma de trabajar y la contribución
de cada miembro del grupo.
Cortesía de: http://www.aulaplaneta.com/
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